La tradición del vermut en España es mucho más que simplemente tomar un aperitivo; es un ritual enraizado en la cultura española. Originario de Italia, el vermut llegó a España en el siglo XIX a través de la ciudad de Reus y rápidamente se integró en la vida cotidiana, especialmente en las tardes de los fines de semana.
Tomar el vermut es un ritual que significa reunirse con amigos o familiares para disfrutar de un vermut antes de la comida principal. Generalmente se realiza al mediodía, especialmente los domingos. En las últimas décadas, esta costumbre ha experimentado un resurgimiento, convirtiéndose en una tendencia popular tanto entre los jóvenes como entre los mayores.
El vermut, un vino macerado con hierbas y especias, se sirve habitualmente con una rodaja de naranja o limón y una aceituna. Su sabor amargo y dulce a la vez, acompañado de su bajo contenido alcohólico, abre el apetito y prepara el paladar para la comida.
Los bares y tabernas que ofrecen vermut, conocidos como "vermuterías", suelen tener una amplia selección de vermut, tanto locales como internacionales. Acompañando al vermut, es común disfrutar de una variedad de tapas, que complementan perfectamente el vermut.
Para disfrutar de un auténtico vermut, se recomienda servirlo en un vaso grande y ancho con dos o tres cubitos de hielo. Añade una rodaja de limón o de naranja. Finalmente, coloca un palillo con un o dos aceitunas sin hueso y ya está listo para disfrutar.
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